El dolor no necesariamente se evidencia en un estudio de imágen. Hernias discales, artrosis y rectificación de columna, son los hallazgos más comunes que se utilizan para justificar algunos dolores.
Es muy tentador relacionar, por ejemplo, dolor lumbar con una imagen compatible con protrusiones o hernias discales en el mismo nivel. Pero la mayoría de las veces no es la causa del dolor, sobre todo si estas lesiones existen desde hace muchos años.
Es importante que sepas que una resonancia o radiografía no alcanza para determinar la causa real o la gravedad del dolor. De hecho, muchas lesiones que parecen importantes en una imagen, no causan ningún síntoma en el paciente. Lo más valioso es la evaluación clínica realizada por el profesional, que consta de una entrevista minuciosa y pruebas físicas específicas para el caso.
En conclusión, los estudios de imagen deberían ser solicitados únicamente para confirmar lo evaluado clínicamente y no ser la primera (o única) medida para llegar a un diagnóstico ni para determinar la gravedad del problema.



