Por definición, el bruxismo es el acto inconsciente de rechinar o apretar los dientes. Esto puede suceder tanto de noche como de día, causando desgaste dental, retracción de encías y dolor en la articulación temporomandibular o ATM. Además puede causar síntomas indirectos, como cefaleas, dolor cervical y dolor de oídos.
Pero el bruxismo, no es un problema originado en la ATM. El bruxismo es la manifestación del estado de alerta permanente del sistema nervioso, causado principalmente por ansiedad y estrés crónico. Lo mismo sucede con otros sistemas, por ejemplo a nivel digestivo, donde suele haber síntomas sin patología orgánica.
El abordaje del bruxismo consta de dos partes: en primer lugar, el tratamiento osteopático sobre la articulación genera un alivio inmediato de los síntomas.
La segunda parte consiste en aprender e incorporar técnicas que ayuden a relajar el sistema nervioso: mindfulness, meditación y técnicas de relajación basadas en la respiración son las más utilizadas.



